miércoles, 19 de mayo de 2010

Ciber Cultura

La Cultura se transmite de generación en generación.[7] Es fundamental en esta primera característica delimitar el concepto de generación tal y como lo podemos considerar dentro del ciberespacio. La "vida" de Internet, entendiendo como vida el tiempo que ha estado más o menos accesible al gran público, es de unos veinte años, periodo que representa en la vida real casi una generación. La "vida", pero, "dentro" del Ciberespacio transcurre a otro ritmo mucho más acelerado de lo que puede transcurrir fuera de él. Es por ello que una generación en términos del Ciberespacio transcurre en un periodo mucho más corto

Cibercultura es la Cultura que emerge, o está emergiendo, del uso del computador para la Comunicación, el entretenimiento y el mercadeo electrónico. Cultura nacida de la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación como internet. Cultura de polaridades de opuestos, de ventajas y desventajas de libertad absoluta, anonimato,ciberdelitos construidos por ciberciudadanos con derechos y obligaciones.

El desarrollo de las tecnologías de la información ha hecho revivir la idea de la aldea global de Marshall Mac Luhan y dio un nuevo impulso al proceso de la globalización, constituyendo para algunos teóricos el núcleo de la misma. Es el caso de Manuel Castells para quien la sociedad y la economía globales actuales se caracterizan, en lo esencial, por su capacidad para funcionar como una unidad, en tiempo real, a escala planetaria.[2] Castells propone una distinción entre sociedad de la información y sociedad "informacional", término último que pretende subrayar el atributo de una forma específica de organización social tecnológicamente avanzada, en el que la generación, procesamiento y transmisión de la información se han transformado en las principales fuentes de productividad y de poder.

Otro concepto que toma valor es el del inconsciente colectivo como una identidad que trasciende todas las diferencias culturales de la estructura de la mente. Douglas Rushkoff plantea en su libro Ciberia la posibilidad de que los seres humanos se conviertan en las neuronas del planeta. Para Rodolfo Llinás la Red es una buena candidata, en cuanto a requisitos potenciales, para soportar la conciencia de muchos en una mente colectiva.[3]

Uno de los mitos que se ha introducido a través de la Internet es el del Avatar y el culto a la doble personalidad, en el uso frecuente que se hace de un avatar para darle personalidad a un usuario, sin tener en cuenta que la estimulación de la mente para que asuma el control de la personalidad, puede terminar en posesión u obsesión, considerado por la psicología como un Trastorno de personalidad,[4] en particular el Trastorno de identidad disociativo.

El antropólogo Arturo Escobar, en su artículo Bienvenidos a Cyberia, describe desde el punto de vista de la antropología, los desafíos que la cibercultura exige para los nuevos desarrollos teóricos en las ciencias sociales y en especial en la antropología. No obstante, aproximaciones como es el caso de los estudios de ciencia, tecnología y sociedad, así como análisis críticos sobre la modernidad empiezan a analizar el impacto que tienen el uso generalizado de las tecnologías de la información en las transformaciones de la vida social contemporánea. Estas son algunas líneas de investigación que empiezan a desarrollarse:[5]

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